El fin último de toda campaña de marketing es concretar una compra, aunque esto no siempre se trate de una transacción monetaria; si alguien compra tu idea o se adhiere a tu causa es igual de válido a que si alguien compra tu producto. De cualquier modo, las redes sociales son imperativas al momento de llevar a cabo esta ejecución, pero no sólo para darte a conocer o comunicarte directamente con el usuario, sino para ser monetizadas y obtener un beneficio inmediato de su implementación y su mantenimiento.
Una de las formas más comunes en la que el uso de redes sociales puede ser monetizado es a través de la generación de contenido pagado o en colaboración con otra marca, compañía o producto. Hoy en día vemos a miles de personas promocionando productos a través de sus publicaciones y todos sabemos que más allá de ser una recomendación espontánea y genuina, tiene una sola raíz y un único fin: una transacción económica.
Otra forma es por medio de la implementación de una tienda virtual dentro de las mismas redes; en este caso específico, a través de Facebook. No solo les puedes mostrar a tus usuarios tu catálogo; también les puedes dar acceso directo a él sin que tengan que salirse de tu sitio. Existen herramientas que permiten, de manera rápida y sencilla, la creación de una pestaña, a modo de aplicación dentro de tu propio perfil en Facebook, de una tienda virtual.
De igual forma, y sin quedarse atrás Instagram este año ha lanzado tres nuevos métodos de compra a través de la plataforma, con tags de precio en las publicaciones y en sus stories redireccionando a la compra inmediata en web y muy recientemente su último lanzamiento es el canal de compra en el explorador, en donde se podrá encontrar un espacio destinado únicamente a la venta de productos que estén relacionados con los intereses delos usuarios, de acuerdo a sus búsquedas y sus patrones de consumo de contenido e interacción.
Como un dato importante – deberías considerar seriamente- ofrecer promociones exclusivas dentro de las redes sociales. No solo promociones canjeables de forma inmediata, sino generar un sistema de beneficios a partir de referencias a otros usuarios. Mientras más compartan ellos, más se beneficiarán, y eso genera ingreso de usuarios nuevos, como lo demostró PETCO, quien, durante una campaña de este tipo, generó 40% de esos ingresos a partir de usuarios nuevos.
En relación a la influencia tan representativa que ha tenido en el último año la plataforma de Instagram en el retorno de la inversión en redes sociales, la Fundadora y Directora Ejecutiva de Spearmintlove, Shari Lott comenta:
Las compras en Instagram suponen un avance en una de las tareas fundamentales para mejorar el rendimiento del comercio electrónico: facilitar el proceso de compra. Con un solo clic, nuestra audiencia puede acceder directamente a la página del producto y añadirlo al carrito. De esta manera, se reducen el tiempo de búsqueda y los clics, y, por consiguiente, se mejoran las conversiones y los ingresos (…). Se trata de una forma clara y sencilla de mostrar tu producto dentro de un contexto de estilo de vida sin repercutir en la experiencia de usuario.
Quienes se han aventurado a tomar la experiencia de compra en Instagram como una nueva unidad de negocio, no solo han han aumentado el trafico a la platafoma y el tiempo de permanencia de los usuarios en la misma, sino que han logrado demostrar en sus resultados en redes sociales un parámetro más que el porcentaje de engagement o el nivel del Brand Awareness de sus marcas, le han agregado un resultado numérico que finalmente aporta económicamente a la marca.