Como te ven te tratan, reza un dicho popular. Esto no deja de ser cierto en la Internet, en donde el público es especialmente receptivo a la imagen que proyecta una compañía o un sitio, especialmente, cuando tiene dudas sobre su confiabilidad. Al ser la comunicación a través de Internet 99% por medios escritos, la redacción y la ortografía son elementos clave, para proyectar seriedad, compromiso, profesionalismo y, sobre todo, seguridad. Es por eso, que las faltas de ortografía, errores que aparentan ser insignificantes, tienen más peso del que creemos.
En un estudio publicado por la BBC, se encontró que los errores ortográficos en sitios de Internet pueden costar millones de dólares en ventas. Específicamente, los resultados arrojados demostraron que las faltas de ortografía pueden llegar a reducir las ventas de un sitio hasta la mitad. De esta forma, una vez resuelto el problema, las ventas sufrieron un repunte del doble de cuando el error existía aún. Esto se vio de manera clara en el portal thightsplease.co.uk, en el que las ventas cayeron debido a los errores en su escritura. Las faltas de ortografía resultan ser especialmente inquietantes cuando se encuentran en un sitio de dudosa reputación o de un producto nuevo o sin credibilidad probada. Si bien el enganche a un nuevo sitio web se genera en los primeros seis segundos de su visita, las faltas de ortografía pueden ser la diferencia entre la permanencia y el abandono de la página en cuestión.
Claro que no todos los sitios de Internet operan de la misma forma. Por ejemplo, las faltas de ortografía no tienen el mismo impacto en redes sociales, en donde el lenguaje y la redacción suelen ser más laxos y los errores se condonan con mayor facilidad, que en un sitio dedicado a las ventas o en donde se maneja información personal sensible. Esto, claro, sin mencionar el impacto en la imagen que una empresa proyecta. Pese a esto, es de vital importancia, para los community managers, procurar que sus publicaciones en redes sociales también carezcan de faltas de ortografía, no sólo para evitar comentarios negativos innecesarios, sino para generar una imagen confiable en su audiencia objetivo.
No sólo las ventas en Internet disminuyen, sino que las posibilidades de una persona con estos errores de avanzar profesionalmente también se ven disminuidas. Por ejemplo, un estudio realizado por Grammarly y publicado en HBR demostró, después de analizar varios perfiles de LinkedIn, que los profesionales que no accedieron a puestos directivos tuvieron 2.5 veces más faltas de ortografía que otros personas que sí llegaron a esos niveles dentro de sus empresas. De igual forma, se demostró una correlación entre las faltas de ortografía y los ascensos; de tal modo que menos faltas de ortografía incrementaron proporcionalmente el número de ascensos a los que las personas tuvieron acceso, así como a cambios de trabajo. Es decir, un avance profesional depende, en una medida importante, de la ortografía de la persona en cuestión.