Desde su presentación en 2012 como código SEO, Google cuenta con unos simpáticos amiguitos –a manera de algoritmos- para calificar sitios que afectan directamente el SEO de un sitio, a pesar de los nombres tan agradables que reciben estos códigos SEO, son el malestar de muchos programadores y generadores de contenido que desean posicionar sus sitios pero al mismo tiempo desean generar ingresos económicos con Ads sobre todo con las tendencias en publicidad para 2016.
Desde sus inicios el código Panda se encarga para identificar y filtrar sitios de baja calidad. Su objetivo es el de correr en tiempo real sobre sitios completos para combatir el contenido considerado de calidad baja, el código Panda es considerado el filtro sobre el contenido.
La mejor manera obtener buenos resultados con las calificaciones que otorga el código es con estrategias de Marketing de Contenidos.
El código Pingüino, es el responsable de filtrar los sitios web de acuerdo a su naturaleza, con la capacidad de identificar los sitios spam, este los penaliza y los coloca fuera de los buscadores, si eres de aquellas personas que pasea por la vida sin darle importancia a los URL de tu sitio esto es importante para ti.
El código inspección en gran medida la estructura de las URL, por ejemplo; si tu web se dedica a vender un artículo y frecuentas usar “compra oro aquí, vende oro, oro al mejor precio…” puede que el código SEO te afecte con su última actualización pues para este 2016 las obligaciones y tendencias en SEO tienen como objetivo coronar el contenido de calidad como el rey dentro de su buscador.
Desde su creación los códigos han sufrido grandes actualizaciones, actualizaciones que Google nunca tiene el gusto de compartir completamente con nosotros y que tienen un gran impacto en los sitios, recordemos que el gigante de Silicon Valley es considerado como el buscador online número uno del mundo, y que a pesar de que estas son un gran dolor de cabeza, siempre terminan teniendo una aceptación importante para los internautas.
Con la existencia de un tercer amiguito dentro de los algoritmos de Google conocido como Colibrí ‘Hummingbird’, que intenta arrojar resultados lo más parecidos a las conversaciones humanas. Con esto es obvio que nuestros contenidos y estructura de SEO no solo es funcional con el uso de keywords bien estructuradas, el lenguaje humano juega un rol importante.