Como hemos comentado antes, las startups son la piedra angular de la innovación en Internet, y lo han sido durante varios años ya. Claro que, por cada historia de éxito, hay cientos de fracasos que pavimentan el camino para los que sí lo pudieron lograr. Grandes empresas han desfilado por Internet y muchas de ellas fracasaron de la peor forma. Las startups fallidas que te presentamos a continuación contaban con gran potencial y, quizás, un solo error fue la que terminó con ellas.
Startups fallidas o qué no hacer si se quiere sobrevivir como emprendedor
Friendster
Antes de MySpace, existió Friendster. Fue en 2002 cuando la primera red social vio la luz. ¿Por qué su exclusión, entonces, de la historia de este medio? Friendster no supo explotar ni entender la parte social de las redes sociales. Si bien hoy es algo natural que existan noticias en nuestro feed o algún tipo de interacción entre los perfiles, el contenido en Friendster se mantenía estático a menos que visitaras directamente el perfil de un amigo. La rápida popularidad de Friendster no tardó en disiparse y, poco después, plataformas como MySpace emergieron y volvieron obsoleto el modelo que Friednster proponía. Dentro de las startups fallidas, ésta es probablemente una de las más sonadas. El sitio fue adquirido por una empresa asiática que tiró la parte de res social, para convertirlo en un sitio de entretenimiento. ¿La ironía? Google había ofrecido comprar el sitio por $30 millones de dólares, lo que es recordado, hoy, como uno de los mayores errores en la historia de Silicon Valley.
Color
Con un fondeo de $41 millones de dólares, Color pudo haber sido lo que ahora es Instagram; lamentablemente, un pobre diseño en la interfaz del usuario, junto con las laxas políticas de privacidad en las fotografías del usuario convirtió a esta aplicación en algo rápidamente olvidable. La fugacidad de Color vino en un momento en el que, si no aprovechas el ímpetu de tu startup, habrá otras que harán bien lo que hiciste mal y aprovecharán eso para destronarte. Lástima.
Pay by Touch
Dentro de las startups fallidas, el caso de Pay by Touch es muy peculiar, ya que su fracaso no advino por una cuestión de negocios o mal diseño; Pay by touch tenía todo para ser una gran plataforma de compra de alimentos y abarrotes con el simple desliz de un dedo. El problema real vino cuando su fundador se vio vuelto en el escándalo, debido a una acusación de violencia intrafamiliar, lo que devino en problemas con las finanzas de la compañía. Eventualmente, la empresa no pudo más y el sistema colapsó.
Boo
Lo que prometía ser el sitio de moda por excelencia en Europa y, en especial, el Reino Unido, terminó mordiendo más de lo que podía masticar. El caso de muchas startups fallidas es el de estar adelantado a su época, y justamente eso le pasó a Boo a finales de los 90. Lo que prometía ser un gran sitio dedicado a la venta de ropa, accesorios y artículos de moda por Internet, presentado por medio de una interfaz dinámica y atractiva, terminó decepcionando a sus fundadores, debido a la poca afluencia de la población británica, 20% de los cuales, apenas, tenía acceso a Internet a finales del siglo pasado.
Altavista
Un motor de búsqueda que pudo haber competido con Google, pero que, debido a su falta de capacidad de capitalización, se perdió en la historia. Si bien Altavista antecedió a Google como motor de búsqueda, fue éste último el que realmente supo aplicar la monetización al modelo. Eventualmente, Altavista fue comprado por Yahoo! Y siguió operando de manera escueta, hasta que, en 2013, se le dio un final definitivo. Uno de los nombres más sonados en la web 1.0 terminó junto con otras startups fallidas, arrumbada en el olvido.