Siempre nos han dicho que los hombres y las mujeres son diferentes; que ellas vienen de Venus y ellos de Marte, y lejos de ser un estereotipo, hombres y mujeres tienen perspectivas, ideas y formas de pensar distintas entre sí. Por eso, mejora tus ventas teniendo en cuenta este gran detalle. Esto es especialmente en el marketing, ya que, como sugieran estudios con nombres afines, mientras que los hombres compran, las mujeres hacen shopping. Aplicar un poco de performance marketing te puede ayudar a definir cómo está reaccionando cada género a tus comunicaciones.
La perspectiva de género es fundamental al saber cómo trasmitir un mensaje; si bien no se debe encasillar a los grupos con base en su género, sí es importante tener en cuenta diferencias medibles y documentadas al momento de considerar la mejor forma de venderle a una persona u otra y la perspectiva de género juega un papel de importancia aquí.
Mejora tus ventas conociendo a tu audiencia
Como hemos mencionado antes, conocer a tu público es necesario para poder comunicar el mensaje que quieres; en este caso, saber cómo piensa y qué atrae e interesa a cada género te dará un conocimiento irremplazable. Empecemos por las diferencias básicas:
- La visión de un hombre es utilitaria, mientras que la de una mujer es más hedonista. Un hombre compra por necesidad, porque tiene que comprar algo para satisfacer un requerimiento; por su parte, la mujer compra por el placer de hacerlo, es algo que disfruta y tiene una carga emocional mayor a la de los hombres.
- El hombre está en una misión; la mujer, en una búsqueda. La meta de un hombre es entrar y salir con lo que busca en el menor tiempo posible, de manera eficiente y con lo que fue a buscar; por su parte, la mujer realiza un proceso mucho más selectivo, ella lo ve como una búsqueda, un proceso al cual se le invierte tiempo, una cacería por el producto.
- El hombre tiene interés por los objetos; la mujer, por las personas. El trato personalizado es vital para las mujeres, no sólo sentirse importantes, sino que su atención sea buena y cuidadosa; los hombres piensan más en la funcionalidad de los objetos para crear un amor por la marca. Si el objeto les funcionó, entonces es más probable que se casen con la marca y repitan compra. Por otro lado, los hombres se fijan más en la funcionalidad y especificaciones de los objetos, pues tienen una percepción mayor hacia éstos, mientras que las mujeres buscan un rostro, alguien con quién interactuar.
- Las mujeres son más susceptibles al mailing. Una campaña de mailing funciona mejor en mujeres, ya que darán clic más veces que los hombres; para ellos, una pauta mientras busca productos similares funcionará mejor.
- Ellas prefieren una narrativa, el aspecto emocional del producto. Los hombres, en cambio, se centran más en la funcionalidad y el uso del producto antes de lo que hay detrás de éste.
- La interacción con el hombre debe ser menor que con la mujer. Ellos buscan un proceso más automatizado que no requiera mucha interacción con otros y, si la hay, que sea eficiente y concreta; las mujeres, en cambio, buscan más interactuar con otra persona, saberse escuchada y que la guíen por el proceso de compra.
De esta manera, podemos dibujar claras diferencias en la forma de comunicar hacia hombres y hacia mujeres a partir de la perspectiva de género logrando el resultado que quieres: mejora tus ventas. Si bien el mensaje puede ser el mismo y ser consistente con la estrategia o con el producto en cuestión, se debe considerar la forma en que se le hace llegar a alguien, siempre apelando a sus intereses, gustos y necesidades.