El marketing de los medicamentos sensacionalistas

El marketing de los medicamentos sensacionalistas

Hoy hablaremos del marketing de los medicamentos sensacionalistas y cuáles son sus trucos para lograr el éxito. El marketing del miedo es algo real y una herramienta poderosa de ventas. El problema es que uno de los agentes más importantes que hace uso de esta estrategia es la industria farmacéutica; peor aún es el caso cuando ni siquiera es un laboratorio médico reconocido el que toma las riendas del miedo, sino las pseudofarmecéuticas que se valen de  hacen buen marketing de medicamentos sensacionalistas para incrementar sus números. Claro que grandes nombres de la industria no se quedan atrás con los medicamentos sensacionalistas; pese a estar investidos de cierto prestigio y formalidad, el lobbying, la colusión con los medios informativos y las instituciones de salud disfrazan la venta de un producto de una crisis de salud y urgen a las personas hacia su farmacia o médico más cercanos para comprar un producto que no necesitan en primer lugar. ¿Cómo lo hacen y qué tan ético es?

El marketing de los medicamentos sensacionalistas los lleva al alcance de todos

Lo más peligrosos de los medicamentos sensacionalistas es, sin duda, su accesibilidad. No nos referimos a la cuestión económica, aunque la mayoría suele ser relativamente barata, sino a la posibilidad de acceder a ellos sin necesidad de receta médica. Este tipo de productos promueve la automedicación, algo altamente riesgoso y contraindicado por la mayoría de los médicos. El marketing de medicamentos sensacionalistas, al hacer promesas amplias, vagas y no hablar directamente de los efectos secundarios o riesgos de los ingredientes activos de los estos, generan un riesgo inminente.

En muchos casos, el presupuesto para estos productos se enfoca mayoritariamente en el marketing, llegando a niveles de 50% o más inclusive. Podemos nombrar, por ejemplo, el caso de Genomma Labs, infame marca de medicamentos sensacionalistas con fuerte presencia en México y otros países de Latinoamérica. En este caso, la forma de llegar a los hogares de los consumidores es por medio de una estrategia de miedo, haciéndole creer hasta a la persona más sana que lo que tiene es una enfermedad o un padecimiento fácilmente solucionable al comprar alguno de sus productos y, sobre todo, por medio de una alianza estratégica con Televisa, la principal cadena de televisión abierta en el país. Una estrategia muy popular durante varios años fue disfrazar comerciales de notas periodísticas. Bajo el nombre “información que cura”, Lolita Ayala, una reconocida conductora de noticias, daba información sobre un padecimiento en un tono alarmista y exagerado y nombraba posibles remedios o ingredientes activos que ayudaban a combatir la situación; inmediatamente después, se transmitía un producto de Genomma Labs que prometía erradicar los síntomas de ese padecimiento recién descrito con los ingredientes activos mencionados.

El marketing de los medicamentos sensacionalistas no versa únicamente sobre el miedo, sino en generar una necesidad en el público de consumir, además de crear legitimidad falsa. Por ejemplo, una estrategia muy eficaz de Genomma Labs ha sido la utilización de un empaquetado llamativo con grabados metálicos. Los colores llamativos y el empaque que luce institucional y legitimo genera confianza en el público, quien está dispuesto a pagar los exorbitantes precios por un producto cuya eficacia no ha sido comprobada o, incluso, ha sido refutada.

Claro que el abuso de los medicamentos sensacionalista no se limita a esta industria de productos over-the-counter. Recordemos la crisis de influenza de 2009, en el que se hablaban términos como pandemia o epidemia global. Esto no sólo permitió a las farmacéuticas tener ventaja y poder de negociación con los gobiernos del mundo y la misma OMS, sino que generó una demanda altísima de productos que terminaron por no ser utilizados y hasta caducar en almacenaje, como fue el caso de Tamiflu, cuya empresa madre reportó ganancias significativas y negoció indemnizaciones en caso de pérdidas.

Detrás de las campañas de prevención de salud de muchos gobiernos del mundo, se puede rastrear la influencia de alguna farmacéutica que quiere impulsar su agenda y crear una necesidad en el mindset de la población.  Lo cierto es que, en 20 años al menos, no ha existido un descubrimiento novedoso o significativo en el terreno farmacéutico y sólo se han generado “mejoras” de las moléculas cuya patente se ha perdido, para generar nuevas y reportar ganancias bajo el esquema monopólico que la patente otorga.

¿Entonces, qué podemos rescatar del marketing de los medicamentos sensacionalistas? Dejando de lado las implicaciones éticas que pudieran existir, la lección más importante es la generación de una necesidad y ofrecer la solución. Noam Chomsky lo describió en sus 10 estrategias de manipulación. Dentro del marketing, se debe hablar a la audiencia en términos de lo que necesitan o hacerles creer que necesitan algo e, inmediatamente, ofrecer una solución. El caso contrario, encontrar una necesidad y resolverla es mucho más complicado, ya que no todo lo que se vende es necesario y hay alternativas al consumo. Entonces, lo que hay que encontrar es algo que mueva a nuestro objetivo (el miedo en el caso de los medicamentos sensacionalistas) y traducirlo en una necesidad, para que nuestra marca o producto ofrezca la solución.

Tampoco está de más aprender a usar la imagen para apelar al mercado. En el caso del marketing de los medicamentos sensacionalistas, una imagen prestigiosa, de un producto de élite, con letras metálicas grabadas venden el producto, pero no siempre tiene que ser así. La imagen correcta, aunado a un poco de psicología del color, puede hacer maravillas en términos de neuromarketing. Siempre hay que pensar en la imagen y el tono que se quiere proyectar y las implicaciones que esto tendrá en el consumo.

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Marketing de Star Wars, aprende de los maestros

Marketing de Star Wars, aprende de los maestros

Has oído hablar de Star Wars, es un hecho. Si no eres fan de las películas o los medios alternos en donde se presenta este universo, por lo menos sabes que existe y conoces personas que sí son fanáticos. Y esto, es en parte, gracias al marketing de Star Wars. Desde 1977, año del lanzamiento de la primera película de la serie, Star Wars ha sido un fenómeno que excede el cine y se extiende por la cultura pop y, sobre todo, la mercadotecnia. La demanda de productos licenciados llegó a niveles impensables para diciembre de 1977; actualmente, no hay producto pensable que no esté o haya estado licenciado bajo la marca Star Wars. Veamos qué ha hecho bien en cuando a la mercadotecnia y qué podemos aprender del éxito sin precedentes de la historia de una galaxia muy, muy lejana.

El marketing de Star Wars la hace una máquina de hacer dinero

Cuando George Lucas negoció su sueldo como director con la productora, tomó una dirección contraintuitiva y, en lugar de pedir más dinero, pidió los derechos de licencia de la película, a lo que la productora accedió de inmediato, pues consideraron que no había potencial de ganancia en ello. Estaban muy equivocados. Gracias al marketing de Star Wars, Lucas supo vender las licencias y explotar la marca Star Wars hasta niveles nunca antes vistos, vendiendo figuras de acción de la mano de Kenner (quienes se vieron sobrecogidos por la demanda inicial) y poniendo el nombre Star Wars y la leyenda Lucasfilm LTD en todo tipo de productos, desde lo más obvio, como juguetes, hasta lo más impensable, como maquillaje, rastrillos, comida, golosinas, y todo artículo de oficina y hogar imaginable. Star Wars, desde ese momento, se convirtió en la máquina de mercadotecnia perfecta, un ente incontenible movido por sus propias reglas, una auténtica máquina de hacer dinero. Así como esa máxima universal de que el sexo vende, Star Wars vende.

star wars

La promoción de la entrega más reciente de Star Wars tuvo un punto en común: nostalgia. Si bien las primeras películas se basaban en el principio de la innovación, el impacto y el descubrimiento como elementos de su estrategia mercadológica, la nueva entrega de la serie utilizó la nostalgia, el legado, la memoria y el secretismo para promover un producto que vende por sí mismo, y dio resultado. Al presentar la nueva película en todos los frentes posibles, y guardar lo más posible el secreto de la trama, hasta niveles extremos, se generó un engagement inusitado en la audiencia.

star wars

Antes de The Force Awakens, la última película formal de la serie en estrenarse había sido el Episodio III: Revenge of the Sith. En 2005, año de lanzamiento de esta película, Facebook no existía como hoy y las redes sociales tenían un aspecto muy distinto, por lo que la película no tuvo presencia no promoción en Internet como lo hizo The Force Awakens. Los números con los que se compartió contenido relacionado a esta entrega fueron exorbitantes. La discusión y el contenido en redes alcanzaron máximos históricos y hashtags poblaron el paisaje de Internet. Disney, quien tomara las riendas de la franquicia en 2012, se encargó de crear una red de mercadotecnia muy bien tramada en todos los espacios en donde hubiera audiencia, desde Facebook hasta Google, pasando por Snapchat, G+ y hasta caridades como Force for Change, una ONG. Esta forma de cause marketing tuvo gran éxito, pues contó con la participación del elenco y el mismo director de la película.

Star wars está en todo flanco y ha desarrollado una estrategia de marketing sui generis de la que se puede aprender mucho. Para muestra, esta infografía con 13 puntos que debes aprender de Star Wars si quieres alcanzar éxito como el que la marca ha tenido y que explica el porqué de su alcance.

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Jingles en el marketing y su efectividad

jingles en el marketing

La música es parte de la vida de las personas. La música no sólo es una de las bellas artes y está dotada de cualidades estéticas implícitas, sino que crea asociaciones mentales con recuerdos, sensaciones y hasta emociones. Es por ello que, desde hace casi 100 años, los jingles en el marketing han tenido presencia en muchas de las campañas más importantes de la historia. A decir verdad, es probable que, quien lea esto, haya tenido o tenga en este momento uno o varios jingles que no se puede sacar de la cabeza, aun cuando el producto hubiera dejado de existir hace años. Ésa es la efectividad y el poder de los jingles.

Los jingles en el marketing son la música ligada a tus recuerdos

El primer jingle moderno, por llamarlo así, es el celebrado jingle de Wheaties, el cual fue lanzado al aire en 1928 por primera vez y que catapultó las ventas de ese producto, al nivel de que la mesa directiva de la compañía decidió renombrarla con su producto estrella. Desde entonces, los jingles han formado parte no sólo del mundo del marketing, sino de la cultura popular en general. Pensemos, por ejemplo, en marcas de la talla de Coca-Cola y McDonald’s, cuyos jingles son inconfundibles y parte de la infancia de generación tras generación.

Se han conducido diferentes estudios sobre el poder de los jingles en el consumidor, con mediciones como la memoria, una sensación de confort o hasta el tono del mensaje que se quiere enviar. Por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad de Viena en su departamento de economía demostró el poder del jingle contra el slogan meramente textual. El estudio reveló la efectividad sobre la memoria en los sujetos de prueba que los jingles tuvieron, así como una asociación entre los jingles de productos diseñados para género y la capacidad de éstos por recordar e identificar el producto en cuestión.

Otro estudio demostró la mejor capacidad de retención que se tiene al presentarse un texto de manera musical frente a su contraparte meramente hablada. De acuerdo con el análisis, la capacidad de retención mejor significativamente al presentarse con música, por lo que un jingle es el medio perfecto para generar impacto en el usuario y que recuerden la marca. De ahí, el poder de los jingles en el marketing.

Un caso similar surgió recientemente con Almond Joys, quienes revivieron un jingle descontinuado hacía décadas. El resultado: la gente recordaba la letra del jingle a pesar de no haberlo escuchado en años y no recordar si quiera la existencia de éste.

[tweetthis]“La música hace una conexión amistosa, y a la gente le gusta hacer negocios con sus amigos y la gente que le agrada.”[/tweetthis]

De acuerdo con Cary Reich, productor y compositor de jingles, “la música hace una conexión amistosa, y a la gente le gusta hacer negocios con sus amigos y la gente que le agrada.” Y de acuerdo con él, un buen jingle debe tener las siguientes características:

  • El nombre de la marca o institución
  • El punto clave diferenciador
  • Una declaración concisa
  • Estilo musical

Éste último es especialmente relevante, porque, de acuerdo al mercado que se quiera apelar, el estilo musical tendrá influencia. Es por eso que, actualmente, muchas marcas optan por utilizar música conocida en sus comerciales en lugar de recurrir a los jingles. Sin embargo, los jingles siguen teniendo cabida en el mundo de la mercadotecnia, incluso en el terreno digital. Pensemos, por ejemplo, en jingles populares de medios electrónicos, como el de Microsoft Windows o el ringtone de Nokia. El jingle no es una forma anticuada y cursi de hacer publicidad, sino una herramienta probada que apela a los sentidos más primitivos de las personas y juega, entre otras cosas, con la nostalgia, la sensación de bienestar y la familiaridad.

¿Cuáles son los jingles de publicidad en Panamá que más recuerdas?

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El consumidor latino, sus gustos y hábitos

consumidor panameño

Panamá es uno de los mercados más importantes en la región, debido a su ubicación privilegiada y a las oportunidades comerciales y financieras que el país tiene que ofrecer. Como hemos mencionado antes, la penetración de las plataformas digitales, como Internet, telefonía móvil y el Internet móvil han promovido el crecimiento del e-commerce y del uso de redes sociales, pero, para poder venderle a el consumidor panameño, hay que conocerlo. Este pequeño análisis de los hábitos y preferencias del consumidor panameño te ayudará a saber cómo apelar a éste y, así, hacer llegar tu mensaje o producto.

El consumidor panameño como una especie en evolución

El consumidor panameño no es el mismo que hace vente, quince o hasta 10 años. Hoy en día, las nuevas generaciones e, incluso las viejas, han girado sus tendencias y preferencias hacia otros caminos. Otro factor a considerar, además de la globalización y la llegada de información del exterior por medios digitales, lo que genera aspiracionalidad, es el incremento de la capacidad adquisitiva de los panameños. Ahora que tienen más ingresos para gastar, entonces tienen la posibilidad y la disposición de gastar más en productos más caros, diferentes y arriesgados.

Un ejemplo de esto se ve claramente en la marcada tendencia por el consumidor panameño por preferir los productos orgánicos. Pese a tener, en promedio, un valor de entre 20% y 30% superior a productos que no siguen prácticas ecológicamente sustentables, son de producción orgánica y están libres de químicos, jóvenes profesionales de 23 años en adelante han adoptado un consumo que, anteriormente, se restringía prácticamente a extranjeros. A decir de esto, en la capital del país, hay al menos 12 restaurantes de prestigio que sirven en sus cartas productos orgánicos, con el fin de apelar a este nuevo gusto del consumidor panameño. Otro ámbito llamativo, es el e-commerce en Panamá, cada vez más personas compran a través de plataformas digitales.

También sucede algo similar con el consumo de cerveza. Durante más de 100 años, la cerveza nacional ha tenido una dominancia total del mercado y ha sido el referente inmediato del consumidor panameño. Esto ha cambiado significativamente y, ahora, los panameños están volteando a ver las marcas internacionales. Si bien más de 70% de las ventas totales de cerveza son de marcas nacionales, la marca que más se vende en autoservicios es Miller, una marca extranjera. Esta tendencia por preferir las marcas Premium, tanto para su consumo in situ como en puntos de venta sólo seguirá creciendo, lo que marca un claro cambio de preferencias y hábitos por parte del consumidor panameño, quien ahora voltea a ver marcas que antes no estaban en su espectro o a su alcance.

Pero no todo es positivo en cuanto a los hábitos del consumidor panameño. De hecho, la más reciente encuesta de índice de confianza del consumidor reveló una pérdida de 12 puntos con respecto al año anterior. Esto significa que el consumidor panameño, al estar más informado y tener más acceso a datos que no tenía antes, está siendo un consumidor que está al pendiente de las marcas; es un consumidor que cuestiona y duda y no sólo compra. Sin embargo, también se encontró, en un estudio distinto, que el consumidor panameño no planifica sus compras y no sabe distinguir de entre un deseo y una necesidad. Esto genera que exista un mayor índice de endeudamiento y menor margen para el ahorro.

¿Cómo apelar entonces a este mercado? Se trata de hacer un acercamiento fuerte al factor aspiracional y a la novedad. Al tener acceso a más información de fuera, así como a productos más caros y distintos, el consumidor panameño se da el lujo de ser más atrevido en su consumo, y los productos extranjeros y orgánicos, es decir, los que están en boga, son altamente atractivos.

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